Baby Halder tuvo una infancia terrible. La madre la abandonó, a ella y a sus hermanos, cansada de los maltratos del marido, un militar que pasaba temporadas fuera de casa sin dar señales de vida.
Cuando apenas tenía 12 años, su padre decidió casarla con un joven que le doblaba la edad. A los 13 años fue madre por primera vez, y luego tuvo otros dos hijos. Baby pasó de un infierno a otro. La convivencia con el marido resultó aún más traumática y peligrosa para ella. Las peleas y los ataques verbales y físicos eran continuos. Finalmente, harta de los malos tratos, decidió irse de casa con sus hijos e iniciar una nueva vida, lejos de Bengala.
Llegó finalmente a Delhi y después de servir en varias casas, donde la explotaban, terminó encontrando trabajo en casa de un antropólogo. Un día, la sorprendió hojeando un libro; supo entonces que a Baby le gustaba leer, que le interesaba lo que contaban los libros. Al señor se le ocurrió que podía contar la historia de su vida: le dio un cuaderno y un bolígrafo. Al poco tiempo se encontró con un manuscrito que le impresionó vivamente. Lo corrigió, lo limpió de faltas de ortografía y se lo dio a leer a amigos escritores y editores. Todos coincidieron en que había que publicarlo. Y así lo hicieron, con el título Una vida menos ordinaria. ( Vía El PAÍS).
Es un relato escrito desde la intimidad y el perdón, que nos muestra todo el variopinto colorido de la India con todos sus contrastes y claroscuros. Imprescindible.
Siempre agradecido a los comentarios enviados a MI SIGLO.
ResponderEliminarFelicidades por este blog y también por el cuidado y la belleza de los otros dos, por sus imágenes y sus textos.
Saludos